Por muchos años se ha pensado que el síndrome de la banda iliotibial o cadera en resorte es causante directa de dolor de rodilla en corredores y ciclistas, lo que ha llevado a considerar que la única solución para este problema es la elongación de la banda iliotibial o la infiltración, teniendo resultados pobres en la resolución de esta patología.

La banda iliotibial es un tejido fibroso y rígido, que se desarrolla solo en el ser humano cuando alcanza la marcha bípeda, esta banda se relaciona con los músculos tensor de la fascia lata y glúteo mayor a nivel de la pelvis y se proyecta hacia huesos tibia, fémur y patela a nivel de la rodilla. La función de la banda iliotibial es distribuir las cargas desde la cadera y estabilizar la rodilla.
Antiguamente, se pensaba que la banda iliotibial, al tensarse durante la flexión y extensión, generaba “un salto” en el trocánter mayor del fémur a nivel de la cadera, actualmente, gracias a estudios cadavéricos, biomecánicos y en simuladores, se conoce que la banda iliotibial se tensa por partes y que cuando la zona de tensión se genera da la ilusión de salto.

Al erradicar la razón por la cual se creía responder a la interrogante de la relación entre estas dos condiciones, se crea un paradigma con relación a la real causa de dolor en rodilla. Los estudios han demostrado que, durante la carrera, trote o ciclismo, el lado afectado genera un efecto llamado “valgo dinámico”, traducido en otras palabras, la rodilla se inclina hacia la línea media durante el movimiento; este efecto responde a que durante la actividad, la musculatura de cadera, se fatiga, enlenteciendo su contracción, la transmisión de carga desde la cadera a rodilla por la banda iliotibial llega a destiempo, así se reduce la estabilidad de rodilla y este valgo dinámico irrita las estructuras ubicadas en la rodilla.
Recientes publicaciones, han recopilado las principales y más eficientes terapias para el dolor de rodilla causado por el síndrome de banda iliotibial, los autores señalan que hay que evitar los masajes profundos y la infiltración, en cambio sugieren movimiento consistente en un reentrenamiento neuromuscular de los músculos de cadera, principalmente glúteo máximo, glúteo medio y tensor de la fascia lata, este entrenamiento debe ser progresivo, iniciando con ejercicios de cadena abierta, funcionales de cadena cerrada y progresar en carga y resistencia, todo guiado por un kinesiólogo, para que el resultado sea óptimo, con un enfoque al retorno deportivo.

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Paul R Geisler; Iliotibial Band Pathology: Synthesizing the Available Evidence for Clinical Progress. J Athl Train 2020; doi: https://doi.org/10.4085/JAT0548-19