Según su anatomía, los meniscos son cuñas de fibrocartílago que se encuentran entre la
meseta tibial y el cóndilo femoral en la articulación de la rodilla. Son dos, uno a cada lado
y cada uno de ellos tiene un cuerno anterior y uno posterior. La rotura de menisco es una
de las lesiones más comunes relacionadas con los deportes y, algunas veces, requiere
cirugía debido al dolor y la disfunción de la rodilla, pero la cirugía influye directamente en
artrosis temprana por lo que se recomienda operar solo en caso de impotencia funcional.
Los meniscos tienen un importante papel en las funciones anatómicas y biomecánicas,
incluida la carga compartida o distribución de carga, la estabilización, la absorción de
impactos y la lubricación. Se estima que la incidencia de desgarros meniscales es de 60 por
cada 100.000 habitantes y ha aumentado significativamente debido al aumento de la
participación deportiva y las herramientas de diagnóstico avanzadas. Se ha encontrado
que los pacientes con lesiones meniscales han acelerado el desgaste del cartílago, lo que
los predispone a cambios degenerativos tempranos y una función deficiente a largo plazo.
Las opciones de tratamiento para el desgarro de menisco incluye kinesiología integral,
reparación de menisco o meniscectomía. El menisco es esencial para la estabilidad
musculoesquelética de la articulación de la rodilla y el daño o la pérdida de esta estructura
vital puede provocar una morbilidad articular significativa y un curso acelerado de la
artrosis, por lo tanto, se debe intentar preservar el menisco. El tratamiento kinesiológico
es la opción indicada para ciertos pacientes con desgarros más pequeños, artrosis de
rodilla avanzada y aquellos que no pueden someterse a operaciones, y su duración debe
continuar unas cuatro a seis semanas. Se sugiere que el tratamiento kinesiológico con
ejercicio supervisado debería ser el tratamiento de primera línea, sin embargo, si los
síntomas mecánicos persisten, son incapacitantes y afectan significativamente la calidad
de vida, se debe considerar la intervención quirúrgica.
Para la inflamación y el dolor de rodilla agudo con sospecha de desgarro de menisco, la
estrategia inicial es reposo, hielo, compresión, elevación y medicamentos orales
(paracetamol y AINEs). En los desgarros degenerativos y los desgarros meniscales
traumáticos simples, el tratamiento conservador adicional implica el uso de una rodillera,
modificación de su actividad y kinesiología con ejercicios de fortalecimiento del
cuádriceps. La kinesiología debe iniciarse temprano y comenzar con ejercicios de rango de
movimiento sin dolor con progresión a ejercicios con pesas según se tolere. También se
deben fomentar las actividades de resistencia como andar en bicicleta y nadar, que
disminuyen la carga mecánica en la articulación de la rodilla. Además, realizar ejercicios
para activar los músculos estabilizadores de la articulación.
Redactado por Kinesióloga Catalina Damm D.
Clínica KYMI – Kinesiología y Medicina Integral
Rodrigo de Araya 2837, Macul, Ñuñoa, Santiago de Chile.
Rotura de meniscos y kinesiología
Autor: Kymi
Fecha de Publicación: Mar 8, 2023