La pandemia del COVID ha dejado muchas secuelas tanto físicas que limitan la participación en actividades laborales y sociales en quienes padecieron síntomas graves que se relacionan de manera directa con la funcionalidad de las personas. Nuestros niños no quedan exentos de esta patología, los reportes generales indican que la población pediátrica da cuenta de alrededor del 4% de los casos totales con una letalidad baja de 0.1%, sin embargo, el confinamiento, la suspensión de la presencialidad en instituciones educacionales, el uso de mascarillas y medidas de aislamiento en general hacen que el sistema inmunológico de los niños no se fortalezca (al exponerse a muy pocos microorganismos), esto hace que estén mas propensos a desarrollar neumonía pediátrica y demás enfermedades respiratorias ya que la respuesta a los microorganismos no sería la adecuada para producir defensas adecuadas. Es por esto qué el numero de niños con enfermedades respiratorias en las urgencias de nuestro país se ha disparado considerablemente en comparación a años anteriores.
Una de las patologías que afectan a nuestro sistema respiratorio es la Neumonía, la cual es una inflamación aguda de carácter infeccioso en los alveolos producida principalmente por Virus y Bacterias que según su gravedad puede llegar a generar un gran compromiso en el intercambio de gases y requiriendo de hospitalización en unidades básicas, complejas e incluso producir la muerte. La Neumonía en Chile es la segunda causa de hospitalización, la tasa de mortalidad es de 1.38/1000 nacidos vivos (de 0.5 a 4 según la región del país). En los casos más graves en aquellos individuos que sobreviven se han encontrado secuelas engrosamiento peri bronquial, fibrosis y bronquiectasias.
Una forma de prevenir enfermedades (como la neumonía pediátrica) es realizar actividad física de manera regular, se sabe que las neurohormonas derivadas principalmente del hipotálamo y de la pituitaria anterior se encuentras involucradas en la modulación de la respuesta inmune durante el estrés físico. La Betaendorfina, ACTH (Adenocorticotropina), GH (hormona de crecimiento) y Prolactina han mostrado capacidad de modulación sobre la actividad de las células NK (Natural Killers) en función del incremento de estas y a su vez se envían señales para regular la producción de estos mismos. También se ha demostrado que el numero de macrófagos y linfocitos (Células inmunes) circulantes en la sangre periférica se incrementan sobre un 50% de manera transitoria en respuesta al ejercicio.
La invitación es a estar activos y en movimiento, el ejercicio entrega muchos beneficios a la salud, sin embargo, debe ser supervisado y guiado por un Kinesiólogo en los casos donde existan factores de riesgo cardiovascular o enfermedades crónicas respiratorias, cardiacas o metabólicas.