La fibromialgia es un síndrome caracterizado por dolor musculoesquelético crónico. Los principales síntomas de esta enfermedad son rigidez y dolor muscular, rigidez articular, insomnio, fatiga, trastornos del estado de ánimo, disfunción cognitiva, ansiedad, depresión, sensibilidad general e incapacidad para realizar las actividades diarias normales. La fibromialgia también puede estar asociada con enfermedades específicas, como infecciones, diabetes, enfermedades reumáticas y trastornos psiquiátricos o neurológicos. El papel del estrés en la exacerbación de los síntomas de la fibromialgia es crucial, se observa una desregulación de la variación circadiana del cortisol, se aplana la curva de concentración de cortisol plasmático durante el día.
En la fibromialgia se identifican regiones de sensibilidad extrema conocidas como puntos de dolor y se definen como áreas de hiperalgesia/alodinia cuando una presión de unos 4 kg provoca dolor.
El diagnóstico de fibromialgia incluye dos variables: dolor bilateral por encima y por debajo de la cintura caracterizado por dolor centralizado, y dolor crónico que dura al menos 3 meses caracterizado por dolor a la palpación en al menos 11 de 18 sitios específicos del cuerpo. Esta enfermedad afecta a alrededor del 5% de la población mundial, más a mujeres que a hombres, y el rango de edad en el que generalmente aparece la fibromialgia es entre los 30 y 35 años.
La enfermedad no tiene tratamiento definitivo, este se centra en mejorar la calidad de vida de estos pacientes mediante hábitos diarios que favorezcan una vida sana e impacten posibles alteraciones psicológicas asociadas, establecer las mejores condiciones para un sueño reparador y evitar la ingesta de sustancias y bebidas estimulantes, y otros factores externos como las temperaturas extremas y los ruidos y luces.
El ejercicio y actividad física es la terapia no farmacológica más indicada y se basa en ejercicios aeróbicos, ejercicios de resistencia para el fortalecimiento muscular y ejercicios de estiramiento. El ejercicio aeróbico mejora la calidad de vida de los pacientes y el ejercicio de fortalecimiento muscular está indicado ya que estos pacientes tienen una fuerza muscular reducida, que contribuye a una reducción de la funcionalidad. Los ejercicios de flexibilidad están indicados con el fin de aliviar la tensión muscular y aumentar la longitud muscular y, en consecuencia, el rango de movimiento. Además, son efectivos para reducir el dolor, la fatiga y los trastornos del sueño y así mejorar la calidad de vida. También son recomendados los ejercicios en el agua, ya que sus propiedades hidrodinámicas como la flotabilidad, la densidad, la viscosidad y la presión hidrostática, brindan resistencia al movimiento, lo que lleva al fortalecimiento muscular y causa relajación muscular, disminución de las articulaciones y mejor retorno venoso. Otras modalidades de kinesiología recomendadas son la masoterapia (liberación miofascial) y las terapias con corrientes analgésicas eléctricas (TENS).
Según el Colegio Americano de Reumatología, se debe diagnosticar mediante una evaluación al paciente en función del número de regiones dolorosas, una escala de gravedad de la fatiga, del sueño no reparador y de los síntomas cognitivos.
La fibromialgia esta asociada con baja capacidad física, es por esto que la realización de actividad física acompañado y guiado por kinesiología traerá beneficios para el dolor muscular crónico asociado.
Por otro lado, investigaciones asocian que las personas con Fibromialgia tienen mayor prevalencia de sobrepeso u obesidad, mayor % de grasa e IMC. Esto se debe principalmente a que son personas con menor gasto energético por la falta de actividad física y el poco conocimiento de cómo llevar una alimentación saludable que reduzca los síntomas.
¿Cómo puedo reducir los síntomas por medio de la alimentación?
El llevar una alimentación rica en nutrientes, antiinflamatoria y balanceada muestra ser prometedora con reducir los síntomas asociados a la FM.
1. Aumentar el consumo de frutas y verduras: Estos dos grupos de alimentos son ricos en vitaminas, minerales y antioxidantes lo que reduce la inflamación asociada.
2. Aumentar el consumo de legumbres: consumir legumbres 2-3 veces/semana en vez de carnes rojas, ha mostrado reducir los síntomas, debido a que este es un alimento buena fuente de proteínas que ayudara a la regeneración muscular y por otro lado es rica en minerales como calcio, hierro, magnesio y zinc que un consumo adecuado reducen los síntomas.
3. Realizar una reducción calórica: El reducir el peso corporal ayuda a reducir los síntomas de dolor ya que con esto se evita sobrecargar las articulaciones.
4. Aumentar el consumo de alimentos ricos en omega 3: el omega 3 es un nutriente que tiene un efecto desinflamatorio en el cuerpo, importantísimo en el tratamiento, ya que la FM esta asociada con una inflamación de articulaciones, músculos, etc. Consume 2-3 veces/semana alimentos ricos en omega 3 como pescados, chía, nueces y algas.
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Bibliografía
estabilización del core sobre la composición corporal y el dolor en mujeres con fibromialgia: ensayo controlado aleatorizado. Nutr
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