Piso pelvico en el embarazo
El embarazo es un período único de la vida para la mayoría de las mujeres. Los múltiples cambios hormonales, fisiológicos y biomecánicos que se producen, como el aumento del volumen sanguíneo y la frecuencia cardíaca, el aumento de peso y el desplazamiento del centro de masa, casi siempre proceden con normalidad.
Además, la fuerza de los músculos del piso pélvico puede disminuir durante el embarazo y después del parto, debido a cambios en la posición anatómica de la pelvis y en la forma de los músculos del suelo pélvico.
La disminución de la fuerza muscular facilita la aparición de alteraciones musculoesqueléticas que conducen a incontinencia urinaria, laceración perineal y dispareunia.
Ejercicios para piso pelvico en el embarazo
Esto implica que el entrenamiento de los músculos del suelo pélvico es una herramienta importante para prevenir los trastornos de los músculos pélvicos durante el embarazo y el posparto. El objetivo es fortalecer la musculatura estriada, que es en parte responsable de la oclusión de la uretra.
La contracción de los músculos del piso pélvico durante los ejercicios perineales da como resultado la elevación de la uretra, vagina y recto, lo que resulta en la estabilización del piso pélvico y su resistencia.
Musculos del piso pelvico
El entrenamiento de los músculos del piso pélvico reduce el riesgo de incontinencia urinaria tanto al final del embarazo como en el posparto y además puede reducir la segunda etapa del trabajo de parto.
Asimismo, para personas con un embarazo saludable se recomienda actividad física de intensidad moderada durante al menos 20 a 30 minutos, la mayoría o todos los días de la semana durante el embarazo y posparto.
Disfuncion piso pelvico
Estas recomendaciones son para prevenir varias complicaciones que pueden ocurrir durante el período gestacional (diabetes, trastornos hipertensivos gestacionales y deficiencias en el crecimiento fetal, aumento de peso gestacional excesivo, síntomas de depresión posparto, riesgo de someterse a una cesárea).
Por lo tanto, es muy recomendable realizar una intervención para estas disfunciones en ambas etapas del periparto, tanto con objetivos de rehabilitación como para disfrutar de los beneficios que trae el ejercicio durante el embarazo. Es muy importante evaluarse con un especialista en kinesiología pélvica para pesquisar las disfunciones y así poder acceder al tratamiento de forma correcta y eficaz.