El hombro doloroso es uno de los trastornos musculoesqueleticos más comunes con una prevalencia que oscila entre el 7 % y el 26 % y se asocia con dolor a largo plazo, limitación funcional, discapacidad, pérdida de productividad y mala calidad de vida. Casi la mitad de los sujetos que presentan hombro doloroso están relacionados con el síndrome de pinzamiento subacromial y el pronóstico general es muy variable, con casi el 40 % de los pacientes que informan dolor un año después de la consulta.
El síndrome de pinzamiento subacromial es una afección multifactorial en la que el espacio subacromial, el área directamente debajo del acromion y encima de la articulación del hombro, se ha estrechado. Muy comúnmente se asocia a este pinzamiento subacromial la inflamación de la bursa, produciéndose una bursitis de hombro. Dentro de las causas más comunes están la postura patológica, el uso excesivo o el traumatismo repetitivo, los cambios relacionados con la edad, la vascularización deficiente y la fatiga de los músculos escapulares, alteraciones biomecánicas, adaptaciones neuromusculares y desequilibrios de la musculatura del manguito rotador del hombro. Además, las variaciones en las estructuras anatómicas, como la forma del acromion, los espolones artrósicos subacromiales y el ajuste escapular deficiente, pueden generar este pinzamiento.
Los ejercicios terapéuticos son efectivos para restaurar la función del hombro, y son una combinación de ejercicios de estabilización escapular, ejercicios de fortalecimiento del manguito rotador del hombro, rango de movimiento (ROM), facilitación neuromuscular propioceptiva (FNP) y ejercicios de estiramiento. Los ejercicios de estabilización escapular tienen un papel importante en la mejora del dolor y la disfunción en el hombro. La teoría predominante enfatiza que para una función óptima de la articulación glenohumeral, la escápula debe proporcionar una base estable sobre la cual se completan las tareas de las extremidades superiores. La alteración de la estabilidad escapular aumenta el riesgo de patologías como pinzamiento o desgarros del manguito rotador. El ejercicio de estabilización escapular tiene como objetivo restaurar la posición escapular, las orientaciones, el control motor de los músculos del hombro y el patrón de movimiento, logrando así la estabilidad de la escápula para una mejor cinemática o movimiento del hombro.